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domingo, 11 de diciembre de 2022

¿Hasta que punto es sano este gusto?

fetichismo y sexualidad
En repetidas ocasiones les he mencionado que no es malo ser hombre y usar ropa de mujer como en el artículo “No es enfermedad, es travestismo”. De hecho, no lo es, hasta cierto punto. Todo empieza por un deseo y atracción sexual por una prenda u objeto, cualquiera que sea. A esto se le llama fetichismo. Y si, el más común de todos es la ropa interior femenina. 

Cuando hablamos de fetichismo, hablamos en sí de una conducta, pero también de una parafilia. Puede sonar un poco drástico que el gusto por la ropa íntima de mujer sea catalogado junto con otras conductas tales como el exhibicionismo, vouyerismo, pedofilia entre otras tantas más. Sin embargo, por definición, al obtener una gratificación sexual por un objeto inanimado se considera fuera de los gustos sexuales comunes (al igual que las otras mencionadas).

Hay que recordar también el dicho “mientras no le hagamos daño a alguien podemos seguir haciéndolo sin problema”. Pero si te puede causar daño. 


¿Entonces, estoy enfermo?

Como tal no es una enfermedad, sino más bien una condición. ¿Cómo es posible que pueda dañarme esto si obtengo placer sin afectar a terceros? En este caso la persona afectada puedes ser tu e incluso las que están en tu entorno. Te menciono estos focos rojos que debes tener presente para saber si tu condición está afectándote:

•Solo puedes obtener excitación y gratificación sexual de la ropa íntima exclusivamente. Si no la encuentras presente pierdes el interés.

•Ya no te interesa relacionarte afectiva y sexualmente con tu pareja o cualquier persona y das prioridad a tu gusto fetichista.

•Afecta de alguna forma tus actividades del día a día y productividad. 

•Te puede causar o te ha causado problemas e incluso has puesto en peligro tu integridad por realizar este gusto.

•Te deteriora y genera malestar. Esto sucede generalmente cuando te das cuenta que ya no es “normal” tu situación y desearías poder cambiarlo. 


Busca ayuda.

Es momento de ir a terapia. No es malo. Tampoco va a desaparecer este gusto. Sino que aprenderás a convivir de una mejor manera tu sexualidad combinando ambos aspectos de tu vida. Constantemente debemos estar en autocrítica y ser lo suficientemente consientes de nuestra salud tanto física, mental y sexual. A veces es difícil dar el primer paso, ya sea por miedo o indiferencia.

Hablar con alguien es un buen comienzo. Como se trata de algo íntimo y no tan común, por eso abrí este espacio. Me puedes escribir a interiorfemenino@gmail.com y contarme tu situación. No soy un terapeuta ni mucho menos, simplemente, le hecho que expongas tu situación te hará pensar más sobre tu situación.

 

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