Hombres que usan lencería: una realidad que nadie quiere saber

La mayoría de las veces, la sociedad en la que vivimos, exige que todo se defina y no existan puntos intermedios porque realmente no los comprenden. Por ejemplo, una persona puede ser gay o hetero, pero para los que son bisexuales los tachan de indecisos o solo andan en una transición a convertirse homosexual. Lo mismo sucede con los géneros. A pesar de que se ha dado más difusión y podemos encontrar información al respecto, en el fondo, no ha cambiado mucho.

Ser un hombre que le guste usar lencería es realmente complicado. Muchos, viven en el anonimato sin poder compartir sus gustos con alguien más. Otros tantos afortunados, tienen una pareja que los tolera o comparte sus gustos. Sin embargo, esto es apenas una pequeña fracción de lo que significa vivir en sociedad.

Recuerdo las primeras veces que empecé a salir a la calle con mis pantaletas o tangas. Cuando empezaba a usarlas solo era por un tiempo corto, después ya las usaba todo el día. Me sentía muy raro porque por un lado me encantaba, pero por otro me sentía culpable de algo. Tuve que pedir ayuda a una terapeuta para que me orientara con mi situación.

Ser hombre, usar ropa de mujer y aún si que me sigan gustando las mujeres no suena creíble e incluso parece más una mentira, ¿para cubrir mi verdadera sexualidad(homosexual)? Según la gente que juzga sin saber. Esto es algo que realmente me costó trabajo asimilar. Me gusta ser hombre, no tengo intención de cambiarme de sexo, mis relaciones sentimentales y sexuales son exclusivamente con mujeres y también uso su ropa. ¿Cómo es posible que me gusten las mujeres si también me gusta vestirme de mujer? Puede sonar como una paradoja, pero no lo es. Retomando el primer párrafo, en nuestro afán de querer dividir las cosas en blanco y negro, simplemente no se puede comprender la idea de ser diferente.

Lo mas fácil es asumir que un hombre usando ropa de mujer forzosamente es homosexual o bisexual al menos. La realidad es que también hay hombres heterosexuales y travestis. Esto depende de las preferencias de cada individuo no de la ropa que le guste usar.

Sin embargo, es muy difícil, por no decir imposible, que se cambie la percepción que tiene la sociedad hacia nosotros. Mientras, seguiremos viviendo a escondidas y negados por una sociedad que aparenta ser inclusiva y tolerante, pero en el fondo se convierte en todo lo contrario que predica.