Aún recuerdo mis primeros acercamientos a la ropa íntima femenina. En este pequeño post tocaba el tema acerca de los inicios del travestismo. Las estadísticas son muy reveladoras. Muchos hombres, iniciaron entre la infancia y la adolescencia.
Como niño todavía, la curiosidad
de usar pantaletas, bras, medias se destapa súbitamente cuando vemos las
prendas dobladas o colgadas. Surge un deseo, el cual va incrementando
exponencialmente. Abrir el cajón de ropa íntima la chica o mujer más cercana
que tengamos se convierte en una de las experiencias más excitantes hasta el
momento en nuestra corta vida, y sin saber que esto la marcará hasta el fin de nuestra
existencia.
Pues bien, son tantas cosas las
que ocurren en un solo instante. Entre curiosidad, nervios, adrenalina, ir
viendo que prendas encontramos durante la “revisión” se va volviendo
maravilloso. Estamos entrando a la intimidad de una mujer, la cual, es probable
nos atraiga mucho. Saber si usa una tanga o cachetero de encaje, pantaleta completa,
bra de copa, liguero etc nos da un panorama de como es ella. Sensual, coqueta,
conservadora, atrevida o muy activa, los tipos de prenda que encontramos van de
acuerdo con su intimidad.
Los nervios y la excitación traicionan,
causando muchos temblores al momento de tomar las prendas. Si contamos con el
tiempo necesario, podemos ir sacando poco a poco las prendas íntimas y
extenderlas ya sea en la cama o mueble. Así, tendremos un mejor panorama de
toda la ropa íntima. Una vez que encontramos la prenda que más nos llama la
atención, procedemos al mejor momento de todos: usarla.
En tus primeras veces, es posible
que no llegues más allá de solo ver y tocar, pero una vez que superas esta
pequeña etapa, ponerte esa prenda en cuestión será el siguiente nivel. Sentir
esa tela suave recorriendo tu cuerpo hasta llegar a su sitio final, lucirse en
el espejo para ver como queda y disfrutar del encaje, colores, adornos. Imaginar
que ella usa esa prenda o verse en el espejo usándola es no de los últimos actos
en los que termina esta actividad. Dependiendo del número de veces que lo hayas
repetido influirá en el tiempo que tardes. La estimulación erótica es
inevitable, y se toma como fin el orgasmo que nos produce usarlas.
De repente, todo cambia
drásticamente. Empiezan a llegar sentimientos negativos como la culpa, el rechazo,
arrepentimiento. Sobre todo, si no sabes aún todavía lo que eres y buscas con
esto. Sin embargo, solo será pasajero porque lo repetiremos en bastantes ocasiones.
La realidad es que estamos
entrando sin consentimiento en algo muy íntimo. Aunque casi todos los hombres
que usamos ropa íntima de mujer iniciamos así, seguir con estas prácticas puede
convertirse en algo arriesgado. Recomiendo ampliamente hacerse de un
guardarropa femenino propio y dejar nuestros inicios como un recuerdo. Usar
ropa interior de mujer siendo hombre no tiene nada de malo, tomarla sin permiso
si.
Es el articulo que mejor define los inicios del travestismo, para mi y como nos acompañara en adelante. Muchas gracias.
ResponderEliminarA mí desde chiquita me gusta usar pantis una ocasión una tía me vistió por completo de niña y desde ese momento uso ropa de mujer más la ropa íntima
ResponderEliminarHola me llamo Antonio tengo 16 años, Si quieres podemos ser mejores amig@s intim@s, tenemos el mismo gusto por usar lencería y ropa interior de mujer, si estas interesad@ mándame mensaje al +52 4481218060 podemos compartir gustos, primeras veces, confesiones hots y cositas así
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