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viernes, 16 de septiembre de 2022

4 relatos cortos de hombres que usaron lencería por primera vez

Estas cuatro pequeñas historias nos muestran de manera breve como les originó a estos hombres la curiosidad por usar ropa femenina. La mayoría de estas situaciones tienen características muy similares pero diferentes escenarios y situaciones. Es complicado explicar y entender los motivos o causas que los impulsaron a ponerse su primera prenda femenina, por lo que solo queda leer en sus propias palabras lo que sucedió sin buscar explicaciones más complejas o elaboradas. Todos pidieron omitir su nombre, solo le pusimos el título a cada relato. ¿Con cuál te identificas más?

 

Una madre hermosa.

Para mí, tener una madre muy bonita y con un cuerpo bastante atractivo siempre fue complicado. Sobre todo con mis compañeros de la escuela que no le quitaban la mirada de encima. Las chicas que llegaba a ver en la tele, publicidad, películas, en ropa interior o lencería era muy parecido al cuerpo de mi mamá, por lo que me comenzó a dar mucha curiosidad su ropa íntima. Ella siempre fue muy cuidadosa con su ropa y solo sabía que tenía oportunidad cuando estaba en sus cajones.

Apenas había entrado a la adolescencia y ella era lo más cercano que tenía como figura femenina. Mi primera vez fue cuando mi mamá salió a hacer la despensa y yo me quedé con el pretexto de hacer la tarea. Esperé un tiempo para estar seguro que no regresara por algo que olvidara e inmediatamente me subí a su cuarto. Abrí su cajón de ropa íntima y mi primera impresión fue de asombro. Sus pantaletas, tangas, bras estaban muy bien organizados. Los colores y adornos eran muy bonitos. Temblando, saqué una tanga de encaje color roja y el bra para tener el coordinado completo. Extendí el conjunto en la cama, no podía dejar de verlo y tocarlo. Hasta que no pude más, me bajé el pantalón junto con la trusa y me puse la tanga. Me veía en el espejo, sentía la textura, la forma de la prenda. Pasó todo muy rápido y tuve que volver a su lugar las prendas. Desde ese día supe que había cambiado todo para mí.

 

Compañera de la escuela.

En el colegio donde acudía, teníamos clases de natación un día a la semana. Todos teníamos que llevar nuestra muda de ropa y el traje de baño en una maleta. Ya había tenido algunos acercamientos con ropa interior de mujer, sobre todo con mis primas y vecinas cuando la dejaban colgadas en el tendedero. Jamás se me habría ocurrido y nunca lo hice, husmear en las mochilas de alguna de mis compañeras. Todo sucedió porque un par de amigos si lo hicieron, fueron en el receso al salón, abrieron una de las maletas y le sacaron su panty y la escondieron en un estuche. Cuando me dijeron lo que habían hecho, me llené de curiosidad, quería verla a como diera lugar, pero no me dejaron, solo me describieron como era.

Unas horas después, entramos a la clase de natación y ahí fue donde aproveché para meterme a los vestidores y buscar ese estuche. Cuando lo encontré, mi corazón latía rápidamente, como pude lo tomé y me di cuenta de que ya había acabado la clase. Lo primero que hice fue poner la panty en mi mochila y me metí a bañar. Cuando llegaron los demás compañeros a las regaderas ya estaba por terminar mi ducha y en lugar cambiarme en las bancas, me fui a un wc. Me puse la pantaleta y encima mi bóxer, para que en dado caso que me revisaran no encontraran nada. Sentí tan rico usarla. Era de color gris con unos pequeños adornitos y un moño al frente. Muy sencilla pero bonita. Llegué a mi casa me encerré en mi cuarto y me vi en el espejo modelándola. Esa fue mi primera vez que usé una panty de una chica y me encantó.

 

La mamá de mi novia.

Con la primera novia que tuve relaciones sexuales, el único lugar donde podíamos era su casa. Ni sus padres ni hermanos estaban. Nosotros aprovechábamos ese espacio y de ahí nos íbamos a la universidad en la tarde. Generalmente, cuando terminábamos, me daban ganas de ir al baño e iba al que estaba a un lado de su recámara, mismo donde su mamá también se bañaba. La primera vez que entré, ví que había una pantaleta blanca de encaje, pero no era de mi novia. Cuando regresé a su cuarto le pregunté de quien era y me dijo mucha que eran de su mamá. Ella no podía decirle a su mamá que se llevara su ropa de ahí porque se daría cuenta de lo que estaba pasando. Al día siguiente, volví a ir a ese baño y estaba otra pantaleta, ahora de color negro y encaje blanco. Me gustó tanto que la tomé y la escondí en una de mis bolsas de la chamarra.  Ya cuando regresé de mi casa a la universidad saqué la pantaleta todavía un poco húmeda. La tela era tan suave y expandible, me la pasé por todo mi cuerpo hasta que no pude más y me la fui poniendo lentamente. Nunca se me va a olvidar sentir por primera vez la tela, su suavidad, verme en el espejo con ella, lo cómodo que era usarla. Ahí fue cuando me di cuenta por este gusto y lo mucho que me gusta usarla como mi ropa del diario.

 

Inquilina

Mi tío acababa de remodelar su casa y la separó en 3 departamentos para rentarlos. Sin embargo, uno de ellos se lo dio a mis abuelos por una temporada. A los 2 meses llegó a rentar la planta de abajo una señora de aproximadamente 40-45 años, que se dedicaba a realizar eventos. Tenía unas caderas y glúteos muy grandes y bonitos y ella lo sabía. Se ponía pantalones muy ajustados o salía a correr en leggins. Vivía sola, de vez en cuando llegaba a traer a su novio, pero la mayoría del tiempo ese departamento estaba solo. Yo apenas tenía 20 años y no le interesaban los hombres jóvenes, sino con dinero. En una ocasión, dejó abierta la puerta de servicio y ahí fue donde aproveché para ir a su recámara y ver su ropa interior. Cuando abrí el cajón, la mayoría era tangas, pero con un estilo juvenil, lencería tenía muy poco. Las prendas eran más de figuras, diferentes colores, pero sencillas. Supongo que con ese cuerpo no era necesario más. Tomé una linda tanga de color azul claro con figuritas de colores. Salí corriendo 3 cuadras hasta llegar a mi casa mi cuarto. No podía con tanta excitación, temblaba al sentir la tela y olerla. Cuando me la puse, me imaginaba como ella la lucía y sentía como si conociera su intimidad. Traté de regresarla, pero ya no pude hacerlo porque no volvió a dejar la puerta abierta. Lo que más me encantó es tener algo íntimo de ella y fantasear con esa prenda.


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8 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Gracias por tu relato!! Cada gusto es muy diferente aunque se trate del mismo fetiche

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola,soy Lorenme sente y se me vria la tanga,cruce las piernas frente al espejo y se me a,chica trans,un día un amigo gay me invito a su casa y me dijo que me pusiera la ropita de su hermana para ir a una fiesta y presumirme ante sus amigos para demostrar que no era gay,en la recamara de su hermana,mi amigo me paso una microtanga hilodental blanca,top muy corto y una microminifalda cortisima. Me puse la tanguita y se me metía en el culo rico ,tuve una ereccion dentro la tanga,me puse el top y la microminifalda y la mini no cubría el nacimiento de mis cachetes del culo, no me puse medias y me puse botas negras hasta un poco más abajo de mis rodillas, mi amigo me maquilló, me vi al espejo y me veía muy rica, mi pene estaba muy erecto, cruce las piernas y se me veian mis cachetes, soy cachetona de culo,mi amigo me metió los dedos entre los cachetes y casi me vengo en la tanga.Salimos a la fiesta,hacia frío y sentir el aire fresco colándose por mis piernas y culo ,es lo más delicioso de la vida ,fue tanto lo excitadisima que estaba que me vine sin tocarme, mientras mi amigo me daba besitos y me manoseada muy rico.En la fiesta me hicieron de todo y mi amigo me cogio rico y se vino dentro de mi culo ,todos me miraban las piernas desnudas, fue una noche muy rica y especial.Hermoso sitio para expresar nuestros sentimientos femeninos,un besito a todas.

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  3. Holi,soy Lorena otra vez,chica femboy de 15 años y mi amigo Osvaldo me llamo para que lo acompañara a comprar materiales para su hogar y me dijo que fuera bien provocativa y putita,yo le hice caso,soy bien sumisa,me puse una microtanga hilo dental negra ,que no tapaba mis bolitas del todo,un microshort de lycra tipo mezclilla más que a medio cachete del culo,tacones altos con amarras,un top rosa bien escotado,me avise el cabello con chasquilla, me puse una chaquetita muy corta y espere a mi macho muy mojada y excitada,mi pene estaba durisimo doblado hacia dentro mi tanga,mi macho es dominante y le gusta que yo exhiba mi cuerpo y caliente a los hombres y siempre me culea rico ,soysuya,su nena ,su puta,me lo mete sin confon y siempre se corre dentro de mi culo.Me junte con mi macho y me beso la boquita y me dio un cachetazo en el culo y me dijo que era una cochina hermosa ,,yo sentía el hilito de mi pequeñísima tanga hilo dental rozando mi ano y el fino hilito de mi shorcito diminuto también rozando mi ano y prácticamente todos mis cachetes del culo al aire ,me sentía la más puta y sucia ,pero muy cachondita,llegamos sl centro comercial y un vendedor se acercó y miró mis tetas con lujuria y también me miró las piernas desnudas y miró mi culo ,mi hombre se fue a ver unas cosas y yo me quedé con el vendedor,el vendedor me miraba mientra me agachaba y ponía mi culo en pompa ,yo estaba super cachonda, de repente el vendedor se pone detrás mio y roza su bulto erecto entre mis cachetes sin querer,yo le deje hacer, yo casi me corro en la tanga, fue delicioso estar en un centro comercial vestida de putita acompañando a mi macho, mi macho me hizo el amor casi toda la noche después de nuestro paseo.

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  4. Mi historia comienza cuando era adolescente y vi una tanga de mi mamá, estaba sucia pero me llamó la atención, así que la tomé, me la puse y me gustó la sensación de algo suave, atractivo al espejo, más esa excitación de estar cerca de una vulva. Por mucho tiempo no lo volví a hacer, sin embargo, cada que pasaba por una tienda de lencería me llamaba la atención la cantidad de pantys que había, así que un día saliendo del trabajo, fui directo a un centro comercial a comprar una tanga, entré a Tops & Bottoms y busqué rápidamente por la pena que me daba, había varias chicas comprando solas e incluso algunas acompañadas de amigas o mamás, tomé una tanga blanca con corazones y el elástico de encaje rojo, una brasileña verde fluorescente y ya por terminar le dije a la vendedora "si tuvieras que ponerme una tanga de aquí, cuál sería?" Se puso nerviosa y me dijo "creo que está" era una muy pequeña del frente pero la tomé y pagué las 3... salí de ahí, fui a mi casa, me probé cada una y vaya que ha sido uno de los días en que disfruté tanto masturbarme, años después volví a ir y compré otro par de tangas, ahora con mi novia, ella sabe que disfruto de usar de vez en cuando tangas, he comprado en línea o incluso ella me ha pedido usar algunas de ella, mi meta es poder ir a la tienda y en algún punto lograr que la vendedora sepa que es para mí sin que me dé pena. Las marcas que más uso: Fiorentina, Adriana Pino, Aerie y VS.

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  5. Si nosotr@s cuando vamos de compras reconocemos a la vendedora que los articulos son para nuestro uso personal, ya no habría tanta incomodidad cuando hacemos shopping.

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  6. Yo la empecé a usar desde los 16 años una amiga me descubrió y después me apoyo me prestaba su ropa y me aconsejaba

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