¿No te quedó tu panty? Úsala al revés

¿Te quedó muy chica tu panty nueva? Antes de tirarla a la basura, debes explorar otra forma de usarla. Así como el título dice, póntela al revés. Es correcto lo que estás leyendo, solo que, por obvias razones solo aplica para pantaletas, bikinis o cualquier otra donde la parte trasera abarque mayor superficie. Parece raro, sin embargo, es una solución a esa prenda que tanto te encantó y lamentablemente no es de la talla que esperabas.

 

¿Por qué debería usarla de lado contrario?

Simple, comodidad. Recuerden que la lencería femenina, está diseñada para la anatomía de la mujer. Si eres hombre y usas lencería o ropa íntima femenina, debes saber que constantemente hay que ingeniárselas para acertar la talla. Sobre todo, en la parte frontal. Nuestros genitales masculinos, ocupan toda la parte frontal. Es por eso por lo que unas prendas si las podemos utilizar y otras no.

 

Una de las principales causas que encontramos en esta práctica es la talla de la prenda. Al ser todo un mundo de tallas y no estar estandarizadas por completo, varia conforme a la marca y modelo. Pero lo que, si podemos generalizar, es que, si una prenda es muy angosta en la parte delantera o son por debajo de la cadera, es muy probable que no te quede. Si tu intención es usarla durante todo el día, trata de comprar prendas íntimas con tela suave, expandible y con la parte frontal lo más amplia posible. Los cacheteros de encaje son una de las prendas más bonitas, pero también incómodas. Por un lado, tenemos el diseño del encaje que puede dañar nuestra piel, y aparte, al ser de encaje no estiran tanto como las que tienen tela suave. Si te encanta usar este tipo de prendas (como a mí) trata de que sean de corte alto y no a la cintura. Te dejo un ejemplo en este enlace Cachetero Ilusión

 

¿Qué solución tengo si compré una panty más chica?

Usarla al revés. Pongamos un clásico ejemplo. Ir de compras, adquirir una hermosa pantaleta o bikini, llegar a la casa a probarla y la talla no era la correcta (muy chica), tanto, hasta el grado de lastimarnos. Una vez pasado por esta odisea, prueba la prenda en cuestión, pero ahora al revés. Notarás una muy grande mejoría en cuestión de la comodidad. A la vista no varía mucho y en la parte de atrás sentirás como un si tuviera un corte brasileño incluso tanga.

Recuerda, constantemente tenemos que estar sorteando una serie de factores que van desde la anatomía hasta la marca, por lo que puede resultar frustrante comprar una prenda y que no te sea cómoda o simplemente te la tengas que quitar al poco rato para que no te lastime.

Hice la prueba con 10 pantaletas y 10 bikinis que me quedan bastante apretados y todo mejoró satisfactoriamente. Durante 20 días consecutivos anduve con prendas que jamás pensé podría usar todo el día sin que me llegase a lastimar. El hecho de usarlas al revés no me causó ninguna molestia, sino todo lo contrario. Los diseños y formas, a veces tan pequeños (incluso la talla grande), no me queda ninguno.

Esto es altamente recomendado en marcas de lencería donde las prendas están diseñadas a mujeres muy delgadas y por tanto las tallas, aunque sean extragrande para los hombres parece chica o mediana. Por el simple hecho de tener genitales masculinos no podemos confiarnos de las tallas marcadas en las prendas.